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Polen: Beneficios y propiedades de un súper alimento

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El polen, un super alimento recolectado por las abejas

Al oír hablar del polen lo primero que asociamos con él son las alergias primaverales y ese polvillo fino que se deposita por todo, pero tras ese aspecto negativo se esconde uno de los principales recursos de la naturaleza para la vida. El polen que generan las plantas es transportado por los insectos que visitan sus flores, siendo las abejas las responsables directas de un 75% de la polinización mundial  y las principales responsables de la proliferación vegetal en el planeta. De hecho, un 70% de la producción de los cultivos del ser humano depende directamente de la polinización de las abejas

Durante la polinización las abejas van acumulando polen, del que se desprenden en la colmena en forma de gránulos, y ese precisamente constituye un alimento con numerosos beneficios 

El polen es un superalimento que presenta valores nutricionales muy completos, entre los que destaca su acción en la mejora del rendimiento físico e intelectual, el aporte de aminoácidos esenciales y la capacidad de mejorar nuestras defensas.

¿Qué es el polen?

Polen es el nombre genérico que se le da a los granos, casi microscópicos, que producen las plantas con semilla. Este polen es recogido por las abejas, las cuales lo toman directamente de las plantas, y lo transportan a su colmena formando gránulos con un aspecto entre amarillo y anaranjado de entre dos y cuatro milímetros que forman las propias abejas con sus patas. El resultado son unos gránulos que contienen en estado natural los veintidós aminoácidos esenciales para el ser humano, siendo el único alimento con esta característica.

Propiedades del polen

Analizando el polen encontramos que una cuarta parte está formada por proteínas vegetales, un 4% de fibra, y además:

Todos los oligoelementos esenciales para el ser humano, entre los que destacan: Magnesio, sodio, calcio, potasio, hierro, aluminio, cobre, zinc, azufre y sílice. 

Las vitaminas A, D, E, B1, B2, B6, ácido nicotínico, ácido pantonénico, C, K, colina y rutina.

Los siguientes aminoácidos: Alanina, arginina, cistina fenilalanina, glicina, histidina, isoleucina, lisina y triptófano.

Numerosas enzimas: diastasa, amilasa, catalasa, diaforasa, pectasa, dihidrogenasa láctica, fosfatasa y sacarosa.

Beneficios del polen en nuestro organismo

Este súper alimento se puede consumir diariamente mejorando nuestro bienestar tanto físico como emocional.

Gracias a su gran aporte en aminoácidos es un fantástico estimulador de la irrigación cerebral, con lo que mejora el estado de ánimo, reduce el estrés y favorece la capacidad intelectual, ya que regula el sistema nervioso.

Su aporte energético estimula la resistencia física mejorando las convalecencias y reduciendo es cansancio, a la vez sube las defensas del organismo y estimula nuestro sistema inmunitario.

En naturopatía su uso está recomendado para el crecimiento de los niños a partir de los 5 años, siendo efectivo además en el mantenimiento y regeneración de la flora bacteriana y la mejora del sistema digestivo

A nivel genérico su consumo habitual compensa la hipotensión arterial de forma natural, regula el colesterol y los triglicéridos y ayuda a regular nuestro PH mejorando el sistema circulatorio en general.

Ayuda a disminuir la prostatitis, en parte debido a su aporte de zinc, y es usado para combatir la frigidez y la impotencia sexual.

También se pueden destacar entre sus beneficios la mejora de la vista, debido a su aporte en riboflavina. 

¿Cómo tomar el polen?

Habitualmente el polen suele venderse en gránulos, aunque si lo consumimos directamente nuestro organismo no aprovechará la mayoría de sus nutrientes, por lo que lo aconsejable es tomarlo disuelto en agua o zumo, o molido. Moler es polen es muy sencillo, los gránulos no ofrecen demasiada resistencia a la presión y son fáciles de romper con la presión de una simple cuchara.

De forma generalizada se recomienda su toma durante el desayuno, disuelto en agua, zumos, yogur u otros alimentos del desayuno, estando especialmente recomendado tanto en primavera como en otoño, cuando nuestro sistema inmunológico está más sensible.

El polen tiene un sabor característico por lo que es recomendable empezar consumiendo pequeñas cantidades.

La cantidad recomendada para un adulto oscila entre una y dos cucharaditas de café al día (unos 15gr), generalmente durante el desayuno.

En niños mayores de 5 años la cantidad sería de una cucharadita de café (unos 7gr) al día.

Usos específicos del polen en naturopatía

Aunque, de forma habitual, se deben seguir las recomendaciones de los médicos, sobre todo si se padece alguna enfermedad o se toma alguna medicación (para evitar contraindicaciones indeseadas), algunos consejos sobre el uso del polen en naturopatía son los siguientes:

Anemia: Uno de los remedios más eficaces de la naturopatía contra la anemia consiste en tomar diariamente una ensalada de germinados a la que se añade polen molido, todo aliñado con aceite de oliva de primera presión en frío y un poco de zumo de limón.

Cáncer: Para reforzar las defensas elementos naturales como el polen, el propóleo o la uncaria tormentosa pueden ayudar a mantener nuestras defensas activas.

Estrés: Para combatir el estrés podemos mejorar la circulación sanguínea tomando polen combinado con propóleo, así mejoraremos los problemas de concentración y de memoria.

Hipotensión: El polen es efectivo para ayudar a subir un poco la tensión arterial, sobre todo en épocas en las que estemos faltos de energía.

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